El programa biológico de la expedición marciana tenía una meta muy
ambiciosa, y a pesar de los muchos avances traídos de la Tierra en el
campo de la producción de alimentos, hacía falta algo más. Fue entonces
cuando el equipo de biología desarrolló la licuimina.
Más que un líquido como el nombre sugiere, es un gel muy denso que se diluye
poco a poco en el agua que riega la planta. Una vez penetra en la planta, los
diferentes compuestos que forman la licuimina comienzan a cumplir sus
propósitos: hacer más fluido el transporte de agua por la planta, acelerar el
metabolismo de la planta, mantener las hojas más sensibles a la luz y fortalecer
el tallo.